Formar hombres y mujeres capaces de encarnar el Evangelio en la cultura.
Educar en el descubrimiento de la propia vocación, incorporando contenidos
científico-técnicos que impliquen capacidad de discernimiento y “saber hacer”
como partes de una actividad intelectual productiva que lleve a una mejor
inserción laboral en la sociedad actual.
Asumir la libertad como actitud cristiana y con responsabilidad cívica, defendiendo la verdad y cultivando la pertenencia a un grupo y a un lugar.